Como todos, yo también he pasado por momentos difíciles en mi vida. Momentos en los que no sabía que hacer, momentos de preocupación, frustración, tristeza y ansiedad. Uno de esos momentos lo viví 11 años atrás cuando mi primer hijo fue diagnosticado con Autismo. Como madre primeriza, inexperta e ignorante del tema, sufrí, sufrí mucho, mi mayor preocupación estaba en el futuro. Me convertí en una mujer triste y desesperada por solucionar a una situación que no estaba en mis manos.
Mis pensamientos eran negativos, no podía ver un buen futuro para mi hijo!Me preguntaba; podrá vivir solo? podrá estudiar o trabajar? quién lo cuidará cuando yo no este? ....Y a esto le sumaba mi preocupación por aprender a ser una buena madre para él; terapias, libros, conferencias, alternativas, todo mi mundo era sobre Autismo. Fue así, como decidí estudiar Psicología, jejeje otra responsabilidad más! Más tarde comencé a trabajar con niños con capacidades diferentes en las escuelas públicas. Lo hice con el objetivo de conocer de primera mano como sería el entorno que le esperaba a mi hijo.
Sin embargo, yo continuaba con mi pesimismo y el miedo al futuro continuaba. Mi hijo tuvo muchas dificultades al principio, no comía bien, no podia masticar, dormir pocas horas, dejo de hablar, y tuvo 3 operaciones antes de sus 5 años de edad. Yo me sentía frustrada, el progreso lo veía muy lento y un día no pude regresar al trabajo, me dolía ver a otros niños, me sentía agobiaba con todo, y comencé a cuestionarme todo; vivir en otro país, no hablar el idioma, no tener amigos, no poder ayudar a mi hijo....y llego un día que sentí la necesidad de pintar y desde entonces he pintado.
Pintar me regalo espacios de meditación, concentración, silencio, reflexión y diálogo conmigo misma. Comencé a pensar diferente, ha sentirme diferente y con el pasar del tiempo pude mirar con otros ojos mis propias pinturas. Había hecho un trabajo terapéutico sin darme cuenta. Y desde entonces, pinto por que si, porque me hace sentir bien, feliz! y cuando mis pensamientos cambiaron de color , mi vida lo hizo también ! Aprendí a pintar un día a la vez, mantenerme en el presente y lo más lindo es que he podido compartir mi experiencia con otras personas. He pintado con otras madres y sus hijos con la misma condición de mi hijo. El arte tiene el poder de unir a las personas. Aprendí, también, que las experiencias 'malas' son muy buenas, son un regalo, son necesarias para crecer, creer y continuar adelante.
Below an example of how I used art to talk about an experience that began 11 years ago. A 'bad experience' that turned into one of the most beautiful gifts that life has given me. When I understood it, I could see the good behind the difficulty.

Today, use art to talk about what makes you suffer. Let it out and look at it from another perspective. You may be surprised!
Comentarios